Una técnica de conciencia compasiva para la claridad mental y emocional.
Siéntate cómodamente con la espalda recta y cierra los ojos. Permite que las emociones que quieran surgir sean testigos: enfócate en los sentimientos subyacentes en lugar de los patrones de pensamiento, y gradualmente rinde cualquier resistencia a ellos. Nota la sensación de alivio a medida que las emociones y la resistencia se disipan.
Esta poderosa técnica libera emociones suprimidas y reprimidas, y fortalece el freno vagal a través de la titulación: experimentar cantidades tolerables de incomodidad mientras se mantiene el equilibrio.
Encuentra un lugar tranquilo donde puedas sentarte cómodamente sin distracciones.
Respira profundamente y de manera uniforme durante el ejercicio, enfocándote en las partes de tu cuerpo donde sientes tensión.