Presiona constantemente contra la pared durante unos segundos, luego suelta y repite, exhala mientras empujas e inhala mientras sueltas. Mantén tus manos contra la pared y concéntrate en tu respiración.
Las Presiones Contra la Pared estimulan el sistema propioceptivo, aumentando la conciencia corporal y estabilizando el sistema nervioso. La presión también libera serotonina, un neurotransmisor 'sentirse bien', reduciendo el estrés e incrementando la relajación.
Asegúrate de que tus pies estén separados a la anchura de las caderas y tus manos estén planas contra la pared, empujando como si intentaras moverla.
Mantén tu espalda recta y concéntrate en tu respiración, exhala mientras empujas e inhala mientras sueltas.