Una técnica de amor-bondad para fortalecer el freno vagal.
Siéntate, cierra los ojos y coloca ambas manos en el corazón. Mantén tu conciencia en tu corazón e imagina una sensación de paz y calma irradiando de él, mientras respiras lenta y profundamente.
Este ejercicio ayuda a estimular el nervio vago, que controla la respuesta de relajación de tu cuerpo. Al enfocarte en tu corazón y respiración, estás alentando a tu cuerpo a cambiar de un estado de estrés a un estado de calma.
Siéntate cómodamente, cierra los ojos y coloca ambas manos en tu corazón.
Inhala profundamente, visualizando tu respiración entrando y saliendo de tu área del corazón.