Cuando comemos tarde en la noche, nuestro cuerpo tiene que trabajar más de lo habitual para digerir los alimentos – esto puede llevar a un descanso menos reparador y a un desequilibrio en el sistema nervioso.
La razón de esto es que el proceso digestivo requiere mucha energía, y cuando esta energía se desvía del sistema nervioso, puede llevar a un desequilibrio. Esto a menudo conduce a sensaciones de somnolencia o fatiga al despertar a la mañana siguiente.
Por eso NEUROFIT recomienda que tomes tu última comida del día al menos 3 horas antes de irte a la cama. Esto le dará a tu cuerpo tiempo para digerir y asegurará que obtengas un descanso óptimo que apoye el equilibrio del sistema nervioso.
Asegurando un Sueño Reparador
Este simple cambio de evitar comer antes de dormir puede llevar a un sueño notablemente más reparador, dejando a uno sintiéndose visiblemente más renovado cada mañana. Este descanso se acumula para apoyar un sistema nervioso mucho más equilibrado.
En promedio, los miembros de NEUROFIT que priorizan evitar comer tarde en la noche reportan un 6% más de chequeos equilibrados.
Andrew es Co-CEO en NEUROFIT y graduado de Caltech con 10 años de experiencia en tecnología y productos, tocando millones de vidas en NASA, Snapchat, Headspace, el Centro de Inteligencia Emocional de Yale y sus propias startups de bienestar.
Después de enfrentar dos décadas de estrés crónico, agotamiento y C-PTSD, lanzó NEUROFIT para proporcionar una solución efectiva, basada en datos y accesible a estos desafíos.