Exhalaciones poderosas y contracciones para liberar energía excesiva.
Mientras estás de pie, inhala y estira tus brazos a los lados. Retén la respiración mientras aprietas lentamente los brazos, como si estuvieras cerrando una puerta pesada. Luego exhala poderosamente por la boca, y libera.
La tensión en este ejercicio inicialmente estimula la respuesta natural de 'lucha o huida' de tu cuerpo, liberando energía acumulada. El ritmo y la respiración lenta luego te llevan gradualmente de vuelta al estado de quietud, ayudando a reducir el estrés y restaurar el equilibrio.
Mantén tus movimientos lentos y controlados para concentrarte en la sensación física de liberación.
Visualiza liberando un poco de estrés o tensión en cada exhalación, creando más espacio para la relajación.