ESTRÉS CRÓNICO, DESREGULACIÓN Y AGOTAMIENTO

Cuando experimentamos estrés, nuestro sistema nervioso responde cambiando a una marcha más alta. Se activa el sistema nervioso simpático, lo que lleva a la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Estas hormonas preparan nuestro cuerpo para la respuesta de "lucha o huida" al aumentar nuestra frecuencia cardíaca y presión arterial, y al redirigir el flujo sanguíneo lejos de nuestro sistema digestivo y hacia nuestros músculos.

A corto plazo, esta respuesta es beneficiosa ya que puede ayudarnos a lidiar con una situación estresante. Sin embargo, si estamos constantemente bajo estrés, nuestro cuerpo aprende a permanecer en este estado de alta alerta, lo que lleva a la desregulación del sistema nervioso.

La desregulación del sistema nervioso es una condición en la que la respuesta al estrés del cuerpo está constantemente activada, incluso en ausencia de una situación estresante. Esto puede llevar a una serie de problemas de salud física y mental, como ansiedad, depresión, insomnio y enfermedades cardiovasculares.

Existe una fuerte conexión entre el estrés y la desregulación del sistema nervioso. El estrés crónico puede llevar a un sistema nervioso simpático hiperactivo, lo que a su vez puede causar que el cuerpo se desregule. Esto puede incluso manifestarse como agotamiento: una condición en la que el cuerpo es incapaz de lidiar con el estrés y se agota tanto mental como físicamente.

Hay muchas maneras de reequilibrar el sistema nervioso y restaurar una línea base de descanso más pacífica con el tiempo, incluyendo ejercicio, meditación, yoga o cualquier otra actividad que te ayude a sentirte calmado y relajado. Al manejar tus niveles de estrés e identificar qué áreas de la vida y qué hábitos están contribuyendo más a tu estrés, puedes reducir y prevenir la desregulación del sistema nervioso y los problemas de salud que pueden venir con ella.