NIEBLA MENTAL, ENFOQUE, CONCENTRACIÓN Y DESREGULACIÓN

Si estamos constantemente bajo estrés, nuestro sistema nervioso simpático (responsable de nuestra respuesta de lucha o huida) permanece activado, y esto puede llevar a una serie de problemas, incluyendo la niebla mental y la dificultad para concentrarse. Cuando el sistema nervioso simpático está activado, libera una hormona llamada cortisol.

El cortisol tiene varios efectos en el cuerpo, uno de los cuales es aumentar el flujo sanguíneo a las extremidades del cuerpo para prepararse para el movimiento. Esto también disminuye el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede llevar a la niebla mental porque el cerebro no recibe el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.

De manera similar, si la respuesta de apagado/congelación (desencadenada por el sistema nervioso entérico) se activa crónicamente, esto puede llevar a sentimientos de confusión mental y disociación. En este estado, el sistema nervioso envía señales al cuerpo para apagarse en respuesta a un estrés percibido como abrumador, lo que también hace que la concentración sea mucho más difícil.

El cortisol también interfiere con la producción de neurotransmisores, que son sustancias químicas que ayudan al cerebro a comunicarse. Esto puede llevar a dificultades para concentrarse porque el cerebro no puede enviar y recibir mensajes de manera eficiente.

Afortunadamente, hay varias cosas que podemos hacer para ayudar a regular nuestro sistema nervioso y reducir el estrés. El ejercicio es una excelente manera de reducir el estrés porque ayuda a liberar endorfinas, que son hormonas que tienen un efecto calmante en el cuerpo. Las prácticas de quietud también ayudan a reducir el estrés y promover la relajación.

Al tomar medidas para reducir el estrés y promover la relajación y la recuperación adecuada, podemos apoyar la regulación de nuestro sistema nervioso y reducir los síntomas de niebla mental y dificultad para concentrarse.